SONETOS













 



8 de abril de 2024

Soneto a la pinza

 

En mi mesa una pinza de madera,

de dos piezas iguales está hecha,

para abrirla y cerrarla se aprovecha

el muelle que de ambas se apodera. 

 

Miles de años antes de esta Era,

con índice y pulgar un simio estrecha

algo con los dedos, y en esa fecha

es como si otro ser amaneciera. 

 

 

La pinza de mi mesa se diría

figuras en espejo, abrazadas,

muy juntas, cara a cara, sin barrera. 

 

Las yemas de sus labios, armonía

de un beso con las bocas apretadas,

el amor traspasando otra frontera.  



27 de marzo de 2024

Soneto a contrarreloj

 

Escribir un soneto en media hora

es el reto que tengo por delante,

y ya marcha el reloj hacia adelante

a las musas he de citar ahora.

 

El segundo cuarteto es importante,

que llegue puntual y no a deshora,

que se vaya escribiendo sin demora,

cumpliendo con la estrofa ya es bastante. 

 

Poniendo el verso en suerte avanzamos

es faena para un poeta maletilla,

y corre ya el minuto veinticinco. 

 

Ahora de verdad nos la jugamos,

el segundo terceto, la puntilla,

y hemos cumplido el reto, con ahínco. 

 


23 de marzo de 2024

Soneto punto cero

 

Hay artistas que buscan, insistentes,

que comience su obra de la nada,

inventar la palabra, la mirada,

inaugurar sus mundos emergentes. 

 

Paradigmas que nazcan de sus mentes,

melodías de música callada,

en el aire dejar su pincelada,

sembrar sin disponer de otras simientes. 

 

Misteriosos caminos iniciáticos,

tabulas rasas, sólo con sus nombres,

creaciones sin raíces ni pasado. 

 

Les propongo modelos matemáticos

a estos genios del Arte, superhombres,

descubrirán que el cero está inventado.  









19 de febrero de 2024

Lo peor del amor cuando termina

 

Lo peor del amor cuando termina

no es que pierdas -con ella- tu morada,

la tristeza, el polvo de la nada,

convertirte en un zombi que camina. 

 

Que la vida se vuelva gris rutina

cuando recuerdes a tu enamorada,

el frío, de la noche a la alborada,

la amargura acechando en cada esquina. 

 

Lo peor del amor cuando se acaba

es creer que no tuvo algún sentido,

que era ceniza lo que te quemaba. 

 

Desdeñar la pasión porque se ha ido,

pensar que fue impostora quien te amaba,

y que, al fin, todo fue tiempo perdido. 

 


6 de febrero de 2024

Soneto criminológico


¿Es posible dilucidar un crimen?

preguntan a ese pobre policía,

aficionado a la filosofía,

así de raro es el especímen.

 

Tenemos un problema de autoría,

los grandes asesinos siempre gimen

que en el fondo a ellos los oprimen,

que han sido maltratados cada día. 

 

Nuestro investigador empieza atando

cabos, tras un hilo del que tirar,

pero algo le sigue incomodando. 

 

Lo primero que hay que averiguar

-el buen hombre se lo está preguntando-

es ver qué coño es dilucidar.  

 


 




8 de enero de 2024

Desencantamiento

 

Confieso que me tienes embrujado,

que no puedo vivir sin tu presencia,

me pierdo en el vacío de tu ausencia,

y vivo en un delirio enamorado. 

 

Por tus encantos, yo, desesperado,

persigo la ilusión de tu apariencia,

sujeto a un desafuero sin conciencia,

quemándome en el fuego que has creado. 

 

Procuro, en mi dolor, la obsolescencia,

de esta locura que me tiene atado,

como un pelele torpe, por tu hechizo. 

 

Romperé mis cadenas con tu ciencia,

la fórmula secreta te he robado,

bruja del desamor: tu bebedizo.  









11 de octubre 2023

Fuegos fatuos

Me despierto -o sueño- de madrugada

a la dudosa, indefinida hora,

en que una luz difusa se hace aurora

y descubre la ausencia, y la nada.

 

Quizá sea la muerte, enamorada,

celosa de mi sueño que atesora

una imagen eterna, transgresora,

una quimera al alba, en ti encarnada.

 

No sé si sueño cuerdo, o sueño loco,

si es real tu figura en el espejo

fantasmal de las horas fronterizas

 

Si en la vida o en la muerte te convoco,

si acaso sólo somos el reflejo

del amor que sueñan nuestras cenizas.  



13 de diciembre 2022

Soneto al desamor

Aquella noche me metí en la cama

soñando que estarías ya dormida,

pero solo me vi, se abrió mi herida,

la del que quiere amar, pero no ama. 

 

Tantas veces buscando la salida

del amargo dolor que me reclama,

la pena al ver que no arde más la llama

del beso y la caricia más querida. 

 

Ahora por las noches me desvelo

abrazando tu cuerpo en el vacío,

desnudando tu ausencia y mi valor.        

 

En mi ansia me veo tocando el cielo

terrenal de tu cuerpo junto al mío,

pero encuentro,tan solo, desamor. 







18-04-19.

“Telebasura.”

Temiendo turulato tu tortura,
torcida telecosa, tu tostón,
tu tráfago trilero, tu tensión,
tu tinglado trivial, telebasura. 

Tan torpe, tenebrosa tomadura,
tiqui-taca, tirria telepasión,
tanto turbio tomate tontorrón,
teletienda, tremenda tostadura. 

Tertuliano tonante, tururú,
tu timo todológico, tu tocho;
telenoticias, tóxico trombón. 

Tan triste traca-traca toda tú,
trepana tu triunfante tocomocho
transmitiendo tu trol, televisión.  




14-04-19.

“Alarma al arma.” 

Acecho alguna amante alegremente,
al amor apuntando abrazaría
altivas aspirantes, alegría,
arrobo anhelado ardientemente. 

Alabo alevoso amablemente,
aguardando abandono aportaría
abalorio, amada ablandaría,
acercándome así, aviesamente. 

Apeteciendo ahora amancebarme
ausculto abertura ávidamente
aspirando alcanzar acoplamiento. 

Apresurado anímome a ayuntarme,
afligida, anuncias accidente,
alarmante avería al alzamiento.  









18-03-19.

Soneto a mi madre.

La luz era en tus ojos una herida,
un temblor en los hijos que alumbraste,
en tu propio dolor nos cobijaste
de este rayo de sombra que es la vida. 

Eras niña-mujer, mi flor prohibida,
en el mar de tus ojos me anegaste,
bordandome en su espuma me salvaste
haciendo en tu regazo mi guarida. 

Fijaste en mí la impronta del deseo,
en el amor he de reconocerte,
un sueño entre el abismo y la poesía. 

Seré tu caballero en el torneo,
yo sentí tu belleza hasta en la muerte
y revivo tu abrazo cada día.  







9-02-19.


Soneto fetichista.

Para hablarte de amor vamos por partes,
y perdóname la cita, por favor,
que es muy dulce este destripador,
y solo en el soneto hay malas artes. 

Son tus pechos hermosos baluartes
aunque resida en tus ojos lo mejor
de una belleza que es puro resplandor
y luce coronada de estandartes. 

Tu cuello de marfil, mi perdición,
y en tu oreja, mi lengua es un cienpies
que recorre, beso a beso, su espiral. 

En resumen, haciendo selección,
yo me pongo en tus manos y a tus pies
y me entrego a tu sonrisa vertical. 













21-01-2019.

Soneto al avión. 


En el avión, si la cosa pinta mal,
no son de garantía las salidas,
que cayendo en picado, las medidas,
sólo valen para un vuelo virtual.

Si están deterioradas las comidas,
o el piloto comete error fatal,
sirven como sudario, esto es brutal,
mascarilla y  chaleco salvavidas.

Con la cabina despresurizada
cuando atravesamos las Bermudas,
es de temer la ley de gravedad.

Entre turbulencias amenazada
precepto es sentir algunas dudas,
y encomendarse a cualquier divinidad.











22-10-18.


Soneto de amor obsolescente. 

 
Para mi amor eterno, mientras dure,
este poema lleno de ternura
con la miel en los labios, suave y pura,
forjando la memoria en que perdure. 

Sin ponernos un plazo, el que procure
esta pasión que el tiempo también cura
igual que nos socorre en la amargura,
recojamos el fruto que madure. 

Así que disfrutemos el momento
acoplados en lento diapasón
bailando dulcemente a su compás. 

Para que al sentir el descontento
-y no desafinar nuestra canción-
no nos demos ningún beso de más. 







11-10-18.


Soneto al vino.

Escribir un poema sobre el vino
es invocar divinas libaciones,
epifanías, civilizaciones,
celebrar en el cáliz noble fino.

Y sublimar los cantos regionales
en la cata del líquido divino,
brindar con refinado alejandrino
por vieja aristocracia de griales. 

Proclamar el misterio, la verdad
por transubstanciación sangre de Cristo,
sagrado bodegón, dorada parra. 

Por mi parte, me va la cantidad,
y confieso soñar –lo nunca visto-
con bañarme en toneles de pitarra.  





10-10-18.

Soneto de Ulises y la sirena. 

Era una bella sirena varada
y un marinero en su pasión anclado
en aguas del deseo atormentado
una pena de amor nunca olvidada. 

Ninfa que canta a su dulce amado
y el navegante en pos de su llamada
surcando tras la estela enamorada
en marino horizonte desolado. 

Nereida entre la espuma y el coral
en océanos haremos nuestro hogar
nuestra pasión eterna y abisal.

Dame tu rumbo para naufragar
deriva hacia mi Ítaca final  
Insondable el amor, oscuro el mar. 









Soneto a la memoria. 

Modelamos el barro de los hechos
para darles la forma que soñamos
y al retocar la imagen olvidamos
el secreto que guardan los desechos

¿Dónde va la basura que ocultamos?
¿se pudrirá escondida en nuestros pechos?
¿cuándo reclamarán por sus derechos
dolores y vergüenzas que tapamos?

Saber que están ocultos los fantasmas
del sueño y la razón de la memoria
es afán de conciencia cada día. 

Para no sucumbir a sus miasmas
deben poner su firma en nuestra historia
y dar la cara en nuestra biografía. 













Soneto al amor. 

Contigo soy, viviendo en tu mirada,
respirando feliz en tu sonrisa,
el aire de tus manos es la brisa
sin la cual yo me ahogo y no soy nada. 

Oigo tu voz de música colmada
cantando en el silencio con tu risa,
que me llena de paz, que no me avisa
y me arrastra en pos de su llamada. 

Y mi lengua se pierde entre tus dedos,
y las manos se buscan y se encuentran
en la piel de los cuerpos enlazados. 

El amor conjurando nuestros miedos,
la fuente más profunda donde entran
y salen los amantes, renovados.  






Escribir un soneto.

Escribir un soneto es grave ciencia,
tradición y vanguardia del idioma,
medir cada vocablo, cada coma,
entreverar sonido y coincidencia. 

Hay que pensar primero en el mensaje,
atender a la forma de la idea,
y dejarse llevar por la marea
de música y palabra en maridaje. 

Al final todo es literatura,
concepto que se borda en bello encaje
entrelazando prosa con poesía.

Pepita de oro, criba de cultura,
sustancia que no olvida el embalaje,
que rima o va por libre en armonía.  















21-9-18.


Soneto al primer amor. 

Te recuerdo bailando alta y delgada,
eras la piel mestiza y en los dedos
el temblor del deseo y de sus miedos,
una sombra velando tu mirada. 

El niño se hizo hombre en los enredos
de aquella bailarina enamorada,
descubriendo en los gestos de la amada
liturgia de pasión y de sus credos.

Bajo mi mano torpe y atrevida
tiritaba tu pecho adolescente
en una fiesta libre y turbadora. 

La llama del placer y de la vida,
que vuela sobre el tiempo hasta el presente
para verte bailar, aquí y ahora.    








24-9-2018.


Soneto a la vida.

Soñando el paraíso en cada instante
vivimos de prestado, sin licencia,
nos pertenece sólo la conciencia
del incierto camino por delante. 

Inventamos los dioses, las verdades
absolutas, las canciones de cuna,
las mentiras piadosas, la fortuna
de soportar temor y soledades.

Más duele la belleza por su herida
de luz rota en auroras boreales,
su condición efímera y perdida.

Naturaleza humana breve, incierta,
que impone ley severa a los mortales:
hay que vivir la vida a tumba abierta.  








25/09/18.

Soneto a las cosas.

Herramientas que llevan nuestro nombre,
familiares, cercanas, amistosas,
en las manos la impronta de las cosas,
porque en ellas el mundo se hace hombre. 

Futuras reliquias de lo que fuimos,
paradoja y presencia del olvido,
memoria fantasmal de lo vivido
consumida en el tiempo que perdimos.

Objetos y a la vez conocimiento
que desenreda el caos con sus claves
y mitiga dolor y extrañamiento.

Nuestra casa, nuestro reposo y calma,
del hogar que buscamos son las llaves,
materia en que descansa nuestra alma.  





26-09-18.

Soneto de autoayuda

El error te perfila, te retrata,
es nuestra imagen fiel, nuestra condena,
borrón y sombra en opinión ajena,
preceptivo traspié a salto de mata.

Sé piadoso con tus debilidades,
la caridad empieza por ti mismo,
y cambia lo que puedas, optimismo
al explorar tus posibilidades.

Quiérete como eres, no es tan fiero
sentirnos siempre al borde del abismo,
caer y levantarnos nuevamente. 

Puede que nos ayude, yo eso espero,
a renegar de un vano solipsismo
y aceptarnos al fin, humildemente.








27-09-18.


Soneto al más allá. 

No teme el más allá esta alma mía,
que el dolor sólo llega hasta la muerte,
me bato de buen grado con la suerte
procurando las rosas a porfía. 

Renacer es tarea de cada día,
enfermedad, dolor, último aliento,
fatales amenazas que descuento,
si interpreta el amor su melodía. 

Vida y muerte van ardiendo en el fuego
que consume la pena y la alegría,
de mano dada en comunión fraterna.

Noblemente aceptemos este juego,
neguemos la  aplazada fantasía,
qué aburrimiento, Dios, la vida eterna. 









Soneto cuántico.

Dimensión temporal y coexistencia
del gato con la vida y con la muerte,
firme ley corregida por la suerte,
matemática hostil a la evidencia.

Medida que se altera en la mirada,
el colapso de la función de estado,
partículas que van de lado a lado,
instantánea mudanza sin coartada.

Ley que organiza el caos, simetría
sin principio ni fin, sin dios ni nada,
ecuación que convoca la poesía

Que busca en el desorden la coherencia,
una Teoría del todo, unificada
alrededor del Arte y de la Ciencia.  





29-09-18. 

Soneto a las Meninas.

No puedes ver el cuadro ante tus ojos
porque te invita a entrar y recorrerlo,
sentirte parte de él, reconocerlo,
la mirada interior tus anteojos. 

Ni luz, sombra o color, es el espacio
que se abre, te llama y te rodea,
del pintor de pintores la tarea,
su obrador, las meninas, tu palacio.

Su pincel es el tiempo, es el instante,
son veladuras desvelando el aire,
la cuarta dimensión que crea el Arte. 

Un gesto detenido es el silencio,
y nosotros, devotos del misterio,
anhelando vivir en ese sueño.  





2-10-18. 


Soneto nocturno.

Son tus ojos abiertos en la noche
un duelo entre tú y el universo,
la soledad latiendo en cada verso,
hiriendo la conciencia en su reproche. 

Angustia, de perder toda esperanza,
el vértigo del miedo y el misterio,
demonios acechando sin remedio,
la culpa consumando su venganza. 

Una deriva sin norte ni gobierno
en el tiempo sin luz de la amargura,
los heraldos fatales del infierno. 

Es mazmorra sin puerta ni ventana,
el lecho convertido en sepultura,
eterna pesadilla sin mañana. 






3-10-18.

Soneto al WC

Escribir un soneto escatológico,
es reto en ocasión tan apretada,
una larga y muy cálida meada,
un bello endecasílabo anológico.

Musa entre desechos afanada,
literario festín colonoscópico,
el antro de la hez, antropológico,
lírica en asaduras procesada.

Letrina de soberbias y patrañas
donde la bella ensucia desfilando,
trono en el que los reyes no son nada.

Poesía musical de las entrañas,
su concierto de tripas entonando,
que hacen de este soneto una cagada.






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